Esta historia transcurre en los años cuarenta, en plena postguerra. En un pequeño pueblo catalán, vive Andreu, un niño que pertenece al bando de los vencidos, aunque no sabe bien que significa eso.
Desde la perspectiva de esos ojos infantiles (me recuerda en ese aspecto a “Secretos del Corazón”), se vislumbran los odios, rencores, y la lucha por la supervivencia de algunas personas que conviven con el miedo día tras día. Vemos el retrato de una época, marcado por el hambre, por la superioridad de los que vencieron, por el caciquismo de los pobres hacia los ricos, por el trato hacia la homosexualidad, por la inferioridad de las mujeres sobre los hombres, por los abusos que algunos cometen sobre muchos.
8 de abril de 2003, hotel Palestina, Bagdad, durante la guerra de Irak. José Couso se encontraba en su habitación, donde recibió un ataque del ejército estadounidense y por el que murió. Supuestamente, el ataque se hizo contra enemigos, en la práctica, todo lo relacionado con este caso es muy turbio, y las sospechas más fundadas son las que apuntan a un ataque contra periodistas que curioseaban demasiado y querían saber más de lo que Estados Unidos estaba dispuesto a contar.
Últimamente, parece que todo lo que nos rodea está motivado por las nuevas tecnologías, y más concretamente, por las redes sociales. Las recientes revueltas en los países norteafricanos (algunas aun no han acabado), el movimiento 15M o Democracia YA, todos ellos, han sido desarrollados en gran parte dentro de las redes sociales, como medio de comunicación de gran divulgación y a su vez, única forma para algunos de poder decir lo que piensan, evitando la censura de sus gobiernos.
