Si arañásemos toda la información vertida por la “caja
tonta” conseguiríamos ver la verdad, y aun a riesgo de entrar en shock,
entenderíamos que a pesar de los cansinos discursos oficiales, la estafa del
sistema económico monetario es más sencilla de lo que parece. Se hace pues
necesario, en palabras del propio autor, que “los secretos del dinero sean conocidos por todas las personas sin
importar su condición social”.
Desde la creación de la entidad privada FED (Reserva
Federal) en 1913, producto de una reunión entre banqueros neoyorquinos en la
isla de Yekyll, el dinero que conocemos es simplemente dinero fiduciario, una
idea no respaldada por patrón alguno, y es el origen de todos los problemas que
venimos arrastrando hasta nuestros días.