Marcelo Suelas se encuentra en un momento de su vida en el que se considera fracasado; ha fracasado en su matrimonio, pues se ha divorciado, ha fracasado en su andadura por la independencia, pues se ha tenido que volver a casa de sus padres, y ha fracasado en su carrera profesional, pues tiene un trabajo, pero no le da ni para sus gastos. Para colmo de males, este trabajo pende de un hilo, y a su hija, a la que adora, solo puede verla en régimen de visitas.
Aparentemente, este es el argumento de este libro, primera obra de Emilio Casado en el género de narrativa contemporánea. Digo aparentemente, porque tanto por la forma en que está escrita, como por el devenir de los acontecimientos que narra, van mucho más allá de la apariencia.
A lo largo de unos días en la vida de Marcelo, narrados en forma de diario, profundizaremos en muchos de los pensamientos que a todos se nos han pasado por la cabeza alguna vez. Se llega a comprender la situación en la que se encuentra alguien, con la crisis de los cuarenta, cuando ve donde está, con medio camino recorrido en su vida, y cuando ese medio camino no ha sido precisamente lo esperado.
Se devoran las hojas, pensando qué será lo próximo, qué nos dirá Marcelo sobre este y aquel recuerdo, cuál es su sensación sobre lo que le está ocurriendo, porque, por suerte o desgracia, tú, lector/a, te has sentido alguna vez así, y no puedes evitar pensar en cómo acabará el protagonista, que vueltas le dará para arreglar lo que tenga que arreglar, o para estropear lo que tenga que estropear. ¿Hará lo que tú hiciste aquella vez? ¿Pensará lo mismo que tú? He ahí el dilema.
En la forma de escribir, me ha recordado a aquel libro de mi adolescencia, que ha sido de los pocos que he leído más de una vez, El guardián entre el centeno, por su lenguaje directo, por transcribir los sentimientos, los pensamientos, tal cual surgen en la cabeza, tal cual se perciben por toda persona, y que te hacen sentir cerca, si no dentro del protagonista.
Y aunque no soy amiga de desvelar entresijos de mis lecturas (tampoco lo voy a hacer ahora), solo diré que el final de este libro me dejó sin respiración, y como dije, en la página del autor en Facebook, sin palabras… Me impactó tanto que no supe cuál era mi sensación exacta, solo sé que lloré, y no pude decir nada más cuando acabé la última página, el último párrafo, la última palabra.
Contacto para conseguir el libro:
Mª del Loreto Blázquez
3 comentarios:
Es un libro buenísimo, yo también lo he leído y me encantó, el final es muy sorprendente, para nada me esperaba algo así
Hola Loreto:
Muchas gracias por la lectura y por la reseña. Es conmovedor saber que Crónica Insignificante hace que el lector se emocione.
Estas cosas ni se las plantea uno cuando empieza, pero son muy reconfortantes.
(Tatty, un beso maja.)
De nada Emilio, la realidad es la que es, yo solo la plasmo en palabras, como haces tú en tu libro.