“Ya
está bien de estar callada y aguantar como hemos hecho hasta ahora. Se lo debo
a mi padre, y a todo lo que él ha hecho por nosotros. Ésta es mi verdad”. Hasta la fecha
conocíamos la versión oficial, pero la hija del ex juez Baltasar Garzón
(imputado y condenado por prevaricación por el Tribunal Supremo), ofrece una
versión alternativa en torno las incontables irregularidades procesales, la
lapidación forjada a través de algunos medios de comunicación,
y el daño colateral al que su familia tuvo que hacer frente.
La trama Gürtel, los
cursos de Nueva York y la causa contra los crímenes del Franquismo, son aún
temas de actualidad, más aún en plena ebullición de la corrupción y el debacle
de la putrefacta política actual; por ello, de cara a su lectura, es
aconsejable despolitizarnos y liberarnos de prejuicios. Se trata de un libro de
lectura sencilla -pero contundente- que suscitará controversias, en el que se
hace referencia a la trayectoria profesional del jurista (operaciones contra el
narcotráfico, caso GAL, indagaciones sobre ETA, pesquisas internacionales sobre
casos de genocidio o delitos de lesa humanidad…), pero en el que cobra especial
relevancia la reflexión crítica -y personal- de la escritora en torno al
sistema jurídico español, el olvido de las víctimas del Franquismo, la
necesidad de dar voz a un sentimiento colectivo, y cooperar para desarrollar
una ´nueva forma de impartir justicia´.
Sea cual sea la estima
hacia Baltasar Garzón (con sus luces y sombras), es significativo que la
ciudadanía pida ahora al CGPJ su rehabilitación y que retome el Caso Gürtel.
JM. Salas
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