Entrevistamos a David Morales Vallejo, dibujante e ilustrador nacido en el Padúl
(Granada), licenciado en Historia del Arte y ex alumno del pintor granadino
Francisco Montoro Soto. Su obra se inclina por lo clásico a través de paisajes,
retratos o bodegones, pero también oscila y experimenta terrenos conceptuales a
través del universo del comic. Podéis abriros paso en su obra a través de su
web pero antes leed y conocerlo en profundidad.
«El arte es la gran vía de escape a esos
sentimientos internos, que tal vez no podrían manifestarse de otra forma»
Muy buenas David,
cuéntanos ¿Cómo descubres y te inicias en el mundo del dibujo?
Hola buenas. Pues lo cierto es que
no lo recuerdo exactamente, no hubo un momento concreto, pero siendo aún muy
pequeño me gustaba mucho hacer muñequitos recortables y jugar con ellos, como
en aquella época me encantaba la revista de tebeos “Mortadelo” me hacía muñecos
calcando los personajes, y cuando no había poses que me gustaran, intentaba
“mejorarlos” por mí mismo. Así empezaron mis primeros dibujos al margen de lo
que normalmente hacíamos los niños en parvulitos y primaria. Luego descubrí “las
Tortugas Ninja”, “Batman”, “Spider-man”, “Bola de Dragón”, y mi afición a esas
series acabó de disparar mi interés por el dibujo.
De acuerdo con tu
biografía, tu único mentor fue el artista tristemente fallecido Francisco
Montoro Soto ¿Cómo recuerdas la experiencia?, ¿Alguna anécdota a destacar?
Del aprendizaje con mi maestro
Francisco Montoro (Paco), tengo miles de anécdotas, y muchos buenos recuerdos.
Cuando nos conocimos, enseguida se interesó por mis dibujos, casi todos
relacionados con personajes de cómic, y aunque ese no era su estilo y los
dibujos no eran gran cosa, fue muy respetuoso y considerado a la hora de
valorarlos. Me enseñaba durante los veranos, ya que el resto del año lo pasaba
en Granada, y empezó por iniciarme en el uso del carboncillo. Mientras él
pintaba sus cuadros (generalmente bodegones), yo estaba a su lado dibujando
algún cacharro de los muchos que había por todo el estudio, él me supervisaba
de vez en cuando y me daba algún consejo. Sus clases no eran como las que se
puedan dar en una academia; Paco no me daba “clase”, me guiaba, me enseñaba truquillos
mientras trabajaba en lo suyo con normalidad, era un maestro, no un profesor, y
nunca quiso cobrar por enseñarme. También estaba Curro, su inseparable perro, y
los tres pasábamos las mañanas dibujando, pintando, y escuchando música
clásica. Después de dos veranos dibujando a carboncillo empecé con el óleo, y con
su ayuda pinté mi primer lienzo a la edad de trece años. Me enseñó muchas
cosas, y me animaba mucho a seguir, pero como yo iba creciendo, y comenzaba a
tener más responsabilidad en el colegio y en el instituto, no tenía tanto
tiempo como antes para dedicarle a la pintura. Aún así, Paco venía a mi casa
casi todos los fines de semana para ver mis progresos, aunque en realidad era un
pretexto para visitarnos a mis padres y a mí. Nos apreciaba mucho, era como un
abuelo.
¿Por qué decidiste
estudiar Historia del Arte?, ¿El estudio adultera los viejos trucos
autodidactas?
En principio estaba decidido a
estudiar Bellas Artes, pero precisamente el año que hice la selectividad se
eliminó una prueba de aptitud artística que servía de criba para acceder a la
carrera, y hubo muchísima más gente aspirando a entrar en Bellas Artes que en
ocasiones anteriores, lo cual hizo que la nota de corte subiera repentinamente
y más de uno nos quedamos a décimas de poder entrar. Fue entonces cuando me matriculé
en Historia del Arte, aunque con el paso del tiempo me alegré porque al fin y
al cabo, yo seguía pintando y dibujando como si estuviera en Bellas Artes, pero
adquiría conocimientos, cultura, criterios estéticos, y un montón de cosas que
sólo podía aportarme la
Historia del Arte, y a las que ahora no renunciaría por nada.
De hecho todavía sigo en la carrera, hace poco termine el máster “Conocimiento
y Tutela del Patrimonio Histórico”, y actualmente continúo con el doctorado.
Sin embargo no creo que poseer
todos esos conocimientos sobre Historia del Arte alteré mi evolución como
pintor autodidacta. A la hora de agarrar la paleta y enfrentarse al lienzo, el
conocimiento de la vida de los grandes genios de la Historia del Arte, puede
resultar inspirador, pero no aporta algo realmente “tangible” en lo que a
procedimiento y método se refiere. Aunque pueda influir mucho en el proceso
“espiritual”, no influye en el proceso “mecánico” de pintar.
Buena parte de tu
obra se inclina hacia la pintura tradicional (bodegones, paisajes…) siendo
Granada una importante fuente de inspiración ¿Crees que está infravalorada a
día de hoy frente a nuevas técnicas como el cómic o las ilustraciones
conceptuales?
Desde mi punto de vista, si hay una
infravaloración del arte tradicional (que la hay), no es precisamente porque se
estén favoreciendo a otras tendencias artísticas más vanguardistas o
contemporáneas, o al cómic (que me apasiona absolutamente), sino que hay una
infravaloración generalizada del arte en sí. Los pintores tradicionales o
conceptuales, los autores de comics, grafiteros, los artistas en general, vamos
todos en un mismo y único barco, el del arte, que viene atravesando un momento
de crisis profunda fundamentalmente porque a la gente de este país le interesa
más cualquier otra cosa. Es decir, que personalmente como pintor que explora la
pintura tradicional no me puedo sentir infravalorado con respecto a un pintor de
estilo abstracto, porque ese pintor abstracto está tan denostado como yo. Cada
vez gustan más cosas muy concretas, y se desecha lo demás. Hay auténticas
fiebres institucionalizadas, como por ejemplo la pasión por los deportes, que
en los últimos años está inundando cada poro de la vida social de nuestro país.
Y en un lugar obsesionado por cosas tan concretas, donde no hay lugar para
mucho más, raramente se apuesta por la creatividad de los productos genuinamente
artísticos, ya sean tradicionales o modernos. Vamos, que difícilmente podrán
prosperar artistas de ningún tipo cuando en nuestras escuelas los niños se
pelean por ser Cristiano o Messi, y aprenden que leer tebeos es “cosa de
frikis”.
¿El arte
pictórico goza de buena salud en Granada?
En el caso concreto de Granada hay
muy buena salud pictórica, muy buenos artistas de todos los estilos, tanto
autodidactas, como surgidos de la grandes canteras que son la Facultad de
Bellas Artes, y la Escuela de Arte de Granada (antigua Artes y Oficios), pero
como digo, el desinterés generalizado de nuestra sociedad por los productos
artísticos, hace que a esos pintores, y artistas de cualquier tipo que proliferan
en Granada, no les sobren las oportunidades precisamente, por mucha calidad que
hayan alcanzado.
A la hora de
desarrollar tus obras ¿Cuál es el proceso de composición que sigues, y cual es
el instrumental básico que utilizas?
No hay mucha complicación ni en mi
proceso creativo ni en los materiales que uso, me apaño con cosas sencillas.
Suelo pintar al óleo, ya sea sobre lienzo, o sobre tabla, con pinceles finos y
pequeños, porque siempre acabo por profundizar en los detalles (más de lo que
debería). Como aprendí a base de imitar el estilo de mi maestro, no tengo un
proceso creativo especialmente complejo. En primer lugar cubro la superficie a
pintar con una capa de imprimación, (concretamente cola de conejo), que sirve
para tapar los poros, para que la pintura se agarre mejor, y para proteger el
lienzo del deterioro del tiempo. Cuando ya se ha secado esa capa, procedo a
“manchar” toda la zona con los pinceles. Voy dando capas, puliendo detalles,
hasta que consigo el resultado deseado. Pintar es cuestión de habilidad, pero
donde está el reto de hacer una buena pintura es en la capacidad de transmitir.
Cuando se pinta un paisaje, o un bodegón, o un retrato, la idea es evocar belleza,
tranquilidad, o tempestad. Pero cuando la temática de un cuadro es distinta, son
las ideas las que lo buscan a uno. Algo te presiona, te persigue en tu mente, y
le das vueltas a cómo podría expresarse, hasta que una imagen se te aparece, y
decides plasmarla. Luego se buscan modelos en la realidad para poder dar forma
a esa idea, cosa que suele ser complicada, aunque siempre se acaba por
encontrar algo que sirva para expresar en el lienzo lo que se andaba buscando.
Ahora estoy trabajando en una
pintura de esas características, donde retrato la caída de Lucifer tras la
batalla celestial. Mi objetivo es captar el momento en que los celos, el
fracaso, y la decepción se apoderan del Ángel caído y lo cambian para siempre.
Por tanto busco una expresión facial muy concreta, que evoque un sentimiento de
dolor que haga al espectador sentir empatía hacia la personificación del Mal. Es
por ello que la búsqueda de modelos adecuados de expresión facial (a través de
fotografías, por ejemplo) es también una labor considerable en el proceso
creativo de la pintura.
¿Es más importante la
idea (original) o su perfeccionamiento en un papel en blanco?
Las ideas son muy abstractas y
volátiles, y si son buenas más aún, motivo por el cual hay que “capturarlas” en
el primer trozo de papel que se tenga a mano. Pero en el proceso de adaptación
al papel, siempre hay algo del original que se pierde. Cada vez que se hace un
nuevo boceto en el que se perfeccionan aspectos de la idea primigenia, se
pierde algo de su esencia inicial. Por tanto, creo que el autor debe equilibrar
los aspectos espontáneos y frescos de la idea, con su perfeccionamiento
estético. Muchas veces hay que decidir entre un boceto dinámico, fresco, y expresivo,
y una obra completa, de trazo perfecto, en un formato ambicioso. Qué te hace decantarte
entre una u otra cosa, depende de la finalidad de la obra. Si se trata de una
viñeta cómica, irónica, ácida y gamberra, el boceto inicial suele ser mejor que
el resultado final en muchos casos, y si se trata de plasmar la belleza de un
atardecer, o una montaña, el resultado final suele ser el más acertado y el que
da sentido a toda la idea inicial.
¿Qué tipo de música
suele acompañarte mientras trabajas?
Como suelo escuchar música siempre
que dibujo o pinto, o incluso para inspirarme argumentos de comics, escucho una
gran variedad de estilos musicales y de grupos, porque si oyes muchas veces lo
mismo lo acabas por aborrecer. Mis gustos abarcan la música clásica, rock, pop,
música electrónica y de discoteca, bandas sonoras de películas, heavy metal…
Puedo alternar perfectamente la banda sonora de un videojuego como Shadow of the Colossus, con Metallica, o con New Order, Nine Inch Nails,
Depeche Mode, Smashing Pumpkins, Ennio
Morricone, Justice, Madonna, Johnny Cash, Smetana, Puccini, o mis colegas de Sniper Alley y Devianzze. Me gusta todo, siempre que suene bien y tenga calidad dentro
de su estilo.
¿Cómo definirías tu
estilo, y cuales son los artistas que más te han influenciado en el desarrollo
de tu aprendizaje?
Diría que me inclino hacia el
realismo o el naturalismo, tendencia que le debo principalmente a la influencia
de mi maestro, Paco Montoro.
No obstante, tengo otros referentes.
Uno de ellos es Benito Prieto Coussent, un pintor gallego que se afincó en
Granada hasta su muerte (en 2001). Era un artista soberbio, compañero de estudios
de Dalí (entre otros grandes), y alumno de Julio Romero de Torres. Algunos de
mis familiares tuvieron relación directa con el pintor, también mi propio
maestro fue amigo suyo en sus últimos años, y con las anécdotas de todos ellos y
las experiencias narradas por el propio artista, recogidas en grabaciones de
televisión, he llegado a sentirme muy identificado con su manera de pensar y
concebir el arte. En una extensa entrevista, Benito Prieto exponía cómo
renunciaba a firmar sus obras por detestar la vanidad y autocomplacencia que suponía
dicho acto. Yo comparto con él esa opinión, creo que la humanidad está enferma
de ego y no estoy dispuesto a ser uno más de esos que terminan una obra, la
miran satisfechos de sí mismos y se dicen; “voy a firmar esta maravilla para
que todo el mundo sepa lo listo que soy”. Era algo que había meditado en alguna
ocasión, pero al verlo expresado con tanta lucidez por alguien tan grande, lo
asimilé conscientemente y ahora también es una característica mía. El hecho de
no firmar supone tener que dar muchas explicaciones y topar con la
incomprensión de mucha gente, pero me mantengo en mis trece porque como para
Benito Prieto, para mí lo importante es la imagen que estoy creando, y lo que ésta
transmite, no plantar unas iniciales en la esquina de un lienzo. Si hoy la Historia del Arte acepta
plenamente a las vanguardias, elimina los límites, y cualquier cosa puede ser
arte, ¿por qué hay que seguir conservando el arcaísmo de la firma por pura
tradición? No veo lógica a esos artistas que escandalizan a la sociedad con sus
obras, a las que no dudan en estamparles su firma como si temieran no ser
aceptados por el academicismo más clásico.
Pero Benito Prieto me ha inspirado
también como retratista. Tenía un estilo hiperrealista, al que me gusta aspirar
cuando hago mis retratos. Tampoco podría haber concebido mi pintura “Ángel
encadenado”, sin haber visto antes sus Cristos crucificados (impresionantes y
únicos), o “El encadenado”. Por todo ello siempre que puedo aprovecho para
reivindicarlo, ya que es un grandísimo artista que debería ser mucho más
conocido y valorado.
En cuanto a artistas universales; me
gusta Dalí y su rico universo onírico. Goya en cualquiera de sus múltiples
facetas (como grabador es un auténtico genio), es un precursor, un visionario.
El purísimo y limpio estilo de Jacques-Louis David y cómo rescata historias del
pasado para hacer analogías con su presente. De Van Gogh admiro por encima de
todo su sacrificio, y me compadezco de lo injusta que fue su vida, cuando ahora
sus cuadros son valorados en cantidades obscenas. El mundo alucinante de El
Bosco, Delacroix, los ángeles de Cano, la faceta como escultor de Miguel Ángel,
Bernini, Rodin, Canova, Bellver y su “Ángel Caído”…
De artistas actuales al que
destacaría por encima de todos es al grandioso Antonio López, del que los
libros de Historia del Arte hablan, y seguirán hablando los próximos siglos, y
que está con nosotros, se le puede conocer, se le puede hablar, tocar, es un
clásico, un Velázquez vivo.
No hablemos ya de autores de
comics; que si Eisner, que si Miller, Moore, Robert Kirkman, Robert Crumb,
Naoki Urasawa, Iroaki Samura, Akira Toriyama, Yukito Kishiro, Guiraud
(Moebious), Blain, Ibáñez, Paco Roca, David Rubín, Max, Ivá, Paco Alcázar,
López Rubiño, JAB…
Como con la música, me gustan todos los estilos, siempre
que los autores sean buenos en lo suyo.
¿Has tenido
oportunidad de exponer tus creaciones?, ¿Cuáles son los principales problemas
que encuentras a la hora de hacerlo?
He tenido ocasión de exponer mis
obras pictóricas en pocas ocasiones y siempre dentro del ámbito de Dúrcal y
Padul, y en este marco el principal problema es la falta de medios y de lugares
adecuados. En Dúrcal al menos tienen unas instalaciones en las antiguas escuelas
de Balina, pero en el caso de Padul, el problema se acentúa más aún. Expuse en
la conocida como “Casa Grande”, que es una casa/fortificación medieval que no
se encuentra en las mejores condiciones de conservación, donde por la noche
había que tapar los lienzos con telas para evitar que fueran ensuciados por los
pájaros y murciélagos que se colaban en las estancias. Al día siguiente algunos
cuadros estaban tirados en el suelo por culpa de las ráfagas de viento, muy
surrealista todo. Por parte de los encargados de cultura de los ayuntamientos
hay buena disposición y son muy amables (cosa que se agradece), pero se nota
que no disponen ni de los medios ni del apoyo necesario para sacar adelante una
exposición cultural. No disponen de dinero ni para anunciar con antelación los
actos, pero no es cuestión de un mal momento económico, sino de actitud, porque
para otros acontecimientos sí que hay instalaciones y grandes campañas de
promoción. No hay un sitio decente donde colgar un cuadro, ni dinero para pegar
carteles que anuncien una exposición, en cambio para gastarse casi un millón de
euros para poner césped artificial en el polideportivo del pueblo, para hacer
estadios cubiertos, y para organizar grandes ruedas de prensa anunciando
carreras internacionales de atletismo, sí hay. Luego se preguntan porqué los turistas
se van a otros sitios, o porqué a la gente de los pueblos nos consideran
catetos ignorantes. Como dije en una pregunta anterior, la gente está en otras
cosas. Es un problema nacional, pero que se va acentuando conforme nos vamos
acercando a lo local, y ese es el principal obstáculo de quienes se dedican al
arte o la cultura.
¿Cuál es tu opinión
sobre el diseño gráfico?
Me encanta el diseño gráfico,
estudié Historia del Diseño Gráfico en la Facultad. Los anuncios de cabaretes
de Cheret, o de Tolouse-Lotrec, los carteles modernistas de Mucha (que es
también uno de mis artistas favoritos), cómo se toma conciencia de la
disciplina y sus inicios en la Bauhaus, los carteles de guerra, el periodo
estadounidense de los años 60. Por supuesto me atrae mucho la situación actual
del diseño del siglo XXI y los programas de retoque por ordenador. El diseño
gráfico es un arte ligado principalmente al ingenio, a la inteligencia, y a saber
expresar mucho con muy poco. Quien dude que el diseño gráfico sea un Arte con
mayúsculas, que piense en el toro de Osborne de Manuel Prieto, o en los
carteles de tabacos Job de Mucha, o en el famoso cartel del Tío Sam señalando
con el dedo (diseño de Flagg), que para siempre formarán parte del inconsciente
colectivo de la humanidad.
¿Crees
que el arte y la cultura deben tener un contenido critico social en sus
manifestaciones?
Por supuesto que sí. Si
existe arte para el mero deleite de los sentidos, también debe existir una
vertiente crítica. Debe haber de todo, porque el arte está al servicio de todos.
En el arte siempre ha habido crítica social, y siempre la habrá, porque el verdadero
artista crea a partir de sus impulsos, y el arte es la gran vía de escape a
esos sentimientos internos, que tal vez no podrían manifestarse de otra forma.
Si esos impulsos tienen que ver con la belleza, deben expresarse, si en cambio
tienen que ver con una reivindicación social, por supuesto que también deben exteriorizarse.
He trabajado mucho la
pintura de paisaje, los bodegones y retratos, que no son temáticas
especialmente reivindicativas, (o al menos como yo las he tratado), aunque en
mi faceta como autor de tiras cómicas, meto toda la carga crítica que puedo. No
hay que dejar títere con cabeza, empezando por las propias ideas y creencias,
porque personalmente no me valen los seguidismos a ningún grupo, ni partido, ni
corriente ideológica. Si una persona no soporta la injusticia, debe ser
consecuente y denunciarla pese a quién pese, y sin caer en falsas ecuanimidades
que se dan cuando alguien es incapaz de criticar un “algo” sin criticar a
continuación al “algo” rival, para quedar siempre bien y dar una apariencia de
“objetividad”. No existe lo “objetivo” cuando se trata de una crítica personal
que se lanza al mundo, hay que asumirlo, y actuar en consecuencia.
Vivimos tiempos
difíciles y es evidente que necesitamos artistas que sean críticos, pero echo
de menos más variedad en dicha crítica, que últimamente cae en consignas casi
prefabricadas y simplonas como lemas corporativos. Se supone que cada persona
es un mundo, por tanto cada reivindicación debería tener el estilo único de su
autor, porque como digo, no me gusta ningún seguidismo.
¿Qué trabajos te
encuentras desarrollando actualmente, y cuales son tus planes futuros más
inmediatos?
Como durante todo el
año pasado estuve realizando el máster, y ahora me encuentro preparando la
tesis, no he tenido mucho tiempo para trabajar en la pintura tanto como hubiera
deseado, no obstante tengo algunos cuadros a medio terminar que espero rematar pronto,
entre los que se encuentra el que he citado antes sobre la caída de Lucifer.
También estoy
trabajando en una serie de tiras cómicas que tengo intención de publicar en
formato webcómic. Serán unas tiras para adultos, con mucho sarcasmo. Aparte estoy
preparando un tebeo de aventuras, con personajes muy locos, más apto para todos
los públicos, y tengo pendientes de terminar un par de historias serias, de
corte más “perturbador”, y retocar algunos viejos tebeos ya concluidos para
darles un aspecto más acabado y profesional. Por tanto mis planes más
inmediatos tienen mucho que ver con el mundo de las viñetas aparte de con la
pintura.
Si me lo permitís, me
gustaría concluir esta entrevista dando gracias en primer lugar a todas esas
personas que confían en mi trabajo, tanto a clientes, como a amigos, como a todos
aquellos que me animan a seguir con mi pintura.
También quiero
agradecer a la
Asociación Cultural “EL-HORR” que me dediquen este tiempo y
espacio a pesar de no ser nadie destacado en el mundo del arte, porque creo que
es importante dedicarle tiempo a aquellos que empiezan, y que no gozan de
grandes apoyos, para que tengan la posibilidad de crecer, evolucionar, y
devolver en forma de arte todo lo recibido. Muchas gracias.
Entrevista: JM.Salas
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