MUAMAR GADAFI Y LA HIPOCRESIA DE LOS PAISES DESARROLLADOS

Comenzó como otra revolución popular de las que se están levantando, pero por desgracia para los ciudadanos de Libia, Gadafi tenía una personalidad demasiado egocéntrica y narcisista como para rendirse y dejarse ganar sin luchar. Ya lo dijo al principio del conflicto, moriré matando…

Según las declaraciones de su guardaespaldas, en espera de ser juzgado por colaborar en los crímenes del régimen, Muamar Gadafi malvivió sus últimas horas, rebuscando comida en la basura, ocultándose en casas abandonadas de Sirte, y en último extremo, en los desagües. Todo ello con un fin, llegar a Jaref, a 20 kilómetros de Sirte, donde el dictador nació. Gadafi también afirmó, en esta huida, que prefería morir a ser juzgado por el Tribunal Penal Internacional. En uno de esos desagües fue donde lo encontraron y lo capturaron, para darle muerte, en extrañas circunstancias, el 20 de octubre del presente año.


GADAFI MUERTO, FOTOGRAFIADO
POR LOS CURIOSOS.
Muamar Gadafi nació el 7 de junio de 1942, en el seno de una familia de beduinos, los Qaddafa. En su juventud recibió la influencia de la ideología panárabe, del líder Gamal Abdel Nasser, lo que le hizo interesarse por la lucha por la justicia social y el socialismo árabe. Estudió derecho en la Universidad de Libia, e ingresó en el colegio militar, organizando la Unión de Militares Libres. En 1965, viajó a Reino Unido, donde recibiría formación de perfeccionamiento.

Con tan solo 30 años, el 1 de septiembre de 1969, participó en la revolución que derrocó al régimen del rey Idris, poniéndose al mando de la Junta Militar, en el Consejo del Mando de la Revolución, y estableció como pilares de su gobierno: la neutralidad exterior, la unidad nacional, la prohibición de partidos políticos, la evacuación de las bases militares británicas y estadounidenses, y la explotación de la riqueza petrolera en beneficio del pueblo. En diciembre de ese mismo año se implanta una nueva Constitución, y asiste a la cumbre de Rabat, donde se reúne con Nasser (presidente egipcio), Numeiry (presidente de Sudán), y Arafat (líder entonces de Al-Fatah), y consigue firmar la Carta de Trípoli, con pactos de cooperación política y económica.

En 1970 comenzó la implantación de su régimen, empezando por la retirada de las bases extranjeras y la nacionalización de algunas empresas petroleras, implantando planes agrícolas en la costa, prohibiendo el consumo de alcohol, y queriendo aumentar la igualdad de la mujer en la sociedad, desafiando al Islam tradicional. Consiguió aumentar rápidamente el nivel de vida de la población, con los beneficios petrolíferos, siendo entonces Libia la nación africana con mayor PIB. En 1975 publicó El libro verde, donde retrata su visión particular de un Estado, intentando desmarcar a Libia de cualquier alineamiento internacional. En 1977 proclama la Jamahiriya (estado de masas), Árabe Libia Popular y Socialista. El Congreso General Popular asumió el poder legislativo, y el Consejo del Mando revolucionario fue sustituido por el Comité General Popular, en el ejecutivo; en la práctica Gadafi seguía con el poder. Durante toda esta década, intentó crear una unión árabe socialista con Egipto y Siria, y a finales de la misma, nombró como asesor económico a un hermano del presidente estadounidense Carter.

La década de los 80 destacó por su intervencionismo en África, su guerra con Chad (prácticamente protectorado de Francia), su patrocinio estatal del terrorismo, y su enfrentamiento con los Estados Unidos, y en especial, con la administración Reagan. Estado Unidos comenzó una verdadera persecución contra Gadafi y Libia. Mientras, éste, apoyaba abiertamente atentados. Todo ello, unido a su política antiisraelí, hizo que Libia quedará aislada internacionalmente.

A partir de la década de los 2000, Gadafi dio un cambio radical a su política internacional, convirtiéndose en panafricanista, y manteniendo relaciones estables e incluso buenas, con los países occidentales. Esta situación se mantuvo hasta el comienzo de la rebelión en Libia, a principios de este año. Entonces, empezando por Sarkozy, Europa se manifestó en contra del gobierno de Gadafi, condenando la violenta represión y persecución que estaba haciendo contra su pueblo, hasta que la OTAN, en una operación apoyada por la ONU, se decidió a ayudar a los rebeldes a vencer al dictador.

Como se puede ver, la vida de Gadafi ha transcurrido en su gran mayoría como gobernante de Libia, y, a pesar de despertar los recelos de Occidente por su personalidad, lo cierto es que hasta que no vieron el cielo abierto con la rebelión en su propio país, nadie se planteó si su gobierno era legítimo, si él era un dictador, o si debía abandonar su puesto y dejarlo a un gobierno democrático. ¿Por qué? Porque el petróleo y los intereses que tenía Gadafi en Occidente eran más fuertes que lo que realmente proclaman los defensores de los derechos humanos y la democracia.

Una vez más, la humanidad es testigo de que lo más importante en el mundo, y para los gobiernos de los países desarrollados en particular, es el dinero, y no las personas. ¿Por qué apoyaron la revolución en Libia entonces? Porque fue una oportunidad de proclamar la defensa de los derechos humanos, puesto que Gadafi estaba asesinando a su propio pueblo, y a la vez conseguir el control del petróleo libio. Eso hizo tal vez, que no se plantearan en manos de quien iban a dejar el gobierno libio, porque los nuevos gobernantes “democráticos” ya han afirmado que quieren imponer la ley sharia, mezclando religión con derechos y libertades. Y es posible que sea peor el remedio que la enfermedad, porque al menos Gadafi no impuso ninguna religión como nacional, y los nuevos gobernantes a medio y largo plazo, puedan resultar incómodos para Occidente con su defensa de la religión como código penal, e interpretando la ley sharia a su antojo, como hacen algunos países como Irán.

Por otro lado, y ya para terminar, me pregunto por qué aún sigue Siria reprimiendo y asesinando a su población, y ni la OTAN ni la ONU han hecho todavía nada para evitarlo. Tendremos que ver el desarrollo de los acontecimientos para ver las verdaderas intenciones de Occidente para rescatar o no a ese pueblo oprimido por un gobernante dictatorial. Igualmente, habrá que observar Yemen…

Fuente principal: es.wikipedia.org

Mª del Loreto Blázquez





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